Hoy quiero hablaros de mi próxima novela. En breve, si todo marcha bien, conoceréis un poco más sobre la historia de Maite.
¿Quién es Maite?
Ella es el hada madrina de todas sus amigas, siempre lista para desplegar su magia cuando la necesitan.
¿Una noche loca? Ahí está.
¿Quieres sentirte una diva por una noche? Con Maite, es seguro.
Es todo corazón, siempre vislumbrando el lado positivo de las cosas; ofrece consejos que, a veces, le cuesta aplicarse a sí misma. Una sonrisa ilumina su rostro constantemente, y a su lado, su fiel protector, He-Man, listo para morder a cualquier macho alfa que se acerque. A pesar de su corazón generoso, el amor no tiene cabida en su vida. Hace años, Maite pactó evitar enamorarse y guardar las baquetas para golpear la batería con pasión, sin previo aviso.
Le ha ido bien, hasta ahora.
¿Cuál fue la razón de ese pacto? ¿Podrá Maite controlar los impulsos del amor?
En esta novela, daremos un paso más allá con una de las integrantes del Equipo de la Ligasión. Le tengo un cariño especial a esta historia; está impregnada de intensidad, de un amor donde el corazón es el soberano, y por más que lo intentemos, la razón no puede doblegar al verdadero amor. A veces, idealizamos ese amor juvenil, aquel que se incrustó en lo más profundo de nosotros; sin embargo, con el paso de los años, lo percibimos de otra manera, más liviano, más moldeable a su verdadera esencia. Aunque llevemos cicatrices invisibles, nos resistimos a aceptarlas, desviando la mirada, olvidando que fueron ellas las que nos impulsaron hacia adelante.
¿Quién no ha llorado por amor? ¿A quién no le han roto el corazón?
Todos hemos atravesado situaciones similares en algún momento de nuestras vidas, aunque la intensidad varíe según las circunstancias que nos rodean, la edad, el ánimo del momento y nuestra estabilidad emocional. Si ocurrió durante la adolescencia, esas experiencias se adhieren como pequeños parches a nuestro corazón.
Son un mapa de lo que fuimos, un mapa que nos ayuda a ser lo que somos.
Las decisiones del pasado nos acompañan hasta el presente, influyendo en los pasos que damos en este camino llamado vida. No importa cuánto intentemos dejarlas atrás, forman parte de nuestra narrativa personal, guiándonos y moldeándonos a medida que avanzamos.