🩷 ¡Hola, mis niñas!
Sí, lo sé. Esta parte del blog ha estado en silencio demasiado tiempo, y aunque tenía mil cosas que contaros, las palabras no terminaban de ordenarse en mi cabeza. Primero quería pediros perdón por la ausencia. Por no haber pasado por aquí antes a contaros todo lo que ¡Arréstame, por favor! ha significado para mí. Pero a veces, cuando la vida te cambia de sitio sin previo aviso, necesitas parar, respirar y dejar que el corazón se ubique antes de ponerlo en palabras.
Porque esta novela no ha sido una más. No ha sido simplemente una historia escrita entre cafés fríos y noches en vela. No. Esta historia fue mi vía de escape cuando más lo necesitaba. Empezó como un juego, como una manera de desconectar de todo lo que me pesaba, y sin embargo, terminó siendo justo lo contrario: una forma de reconectar conmigo. Con mis ganas, con mis miedos, con esa parte de mí que necesitaba hablar… y que solo supo hacerlo a través de Tina y Viggo.
Hoy se cumple un mes desde que ¡Arréstame, por favor! vio la luz, y todavía no he asimilado del todo lo que ha supuesto. La acogida, vuestros mensajes, cada reseña, cada storie, cada palabra que me habéis regalado… todo ha sido tan abrumador que aún me cuesta creer que esa novela que empezó con una libreta llena de tachones se haya colado en tantas estanterías y corazones.
Ellos, mis protagonistas, me han removido desde dentro. Me han hecho reír, suspirar, gritarle al ordenador y llorar a solas en más de una madrugada. Me hicieron volver a creer que las segundas oportunidades existen, que el amor puede doler, pero también sanar. Y que, a veces, el mayor acto de valentía no es dejarlo todo, sino quedarse a arreglarlo.
Gracias por estar, por leerme, por sentir conmigo. Gracias por hacer de esta historia algo más que un libro. Gracias por recordarme que escribir siempre será mi refugio… y también mi revolución.
🖤 Prometo no volver a desaparecer tanto tiempo.
Con el corazón en la mano, S.J. (Setzy).